Wenas!!! Aquí regreso de mis vista madrileña con una crónica detallada (espero no haber descolocado nada, jejeje) Sheenaa si lo llego a saber podíamos haber quedado y ver el concierto juntas... Pero, bueno, podrás confirmar que no me he equivocado en nada de lo que digo en la crónica... Y ahí va (aviso, es larga, pero lo mejor está al final, jeje):
La cola aún no era larga cuando yo llegué con mi amigo Gabri (obligado) en torno a las 5:15 de la tarde. Doblaba ya la esquina de la calle, pero nos fuimos apretujando y al final la cola se extendió por toda la calle de la Virgen del Puerto. Entre trago y trago de agua, que hacía un calor de mil demonios, charlábamos con los que estaban a nuestro lado esperando (con una chica casi discuto porque era por-Tarja…) y nos reíamos de los top-camiseta: “Camiseta de Nightwish 5€ con toda la gira incluyendo el concierto de hoy”. Diseños cutres y una falta de licencia que se veía a la legua.
Los de la organización no debían de esperar tanta gente porque uno de ellos salió para ver hasta donde llegaba la cola. Dieron las 7 y pasaron, y las puertas no se abrían. A y cuarto parecía que ya se habían decidido a abrir, pero en seguida se paró el buen ritmo debido a que había algún que otro menor –me acuerdo de una chica vestida con su minifalda y sus medias de rayas al estilo Anette llorando a moco tendido porque no se había llevado el carnet (hubo gente lista como otra chica que se fue con su madre al concierto, ¡eso e suna madre!)-. Debido al parón abrieron otra puerta y nos “Colaron” a bastante gente. Y nos colaron tanto que con una cola bastante grande delante de mí, conseguí ponerme en 5ª-6ª fila. ¿Dónde? Justo enfrente de los teclados, panorámica a disposición ¡¡wow!!
Con todo el mogollón de gente y lo de los carnets (a mí me lo pidieron y por esa “distracción” no me requisaron la cámara…), a las 8 todavía no había entrado todo el mundo. Finalmente con algo de retraso empieza a tocar Pain. Un éxito relativo, muco estribillo coreado y un buen “warm up” como dijo el cantante.
Acabada la actuación de Pain tocó un “descansito”: desmontar batería, cambiar micros, afinar instrumentos y descubrir ese pedazo de batería que se ganó un aplauso increíble a pesar de estar medio escondida. Fotos y más fotos a la batería al igual que al set de Tuomas: Jack Sparrow es una estrella por sí solo. Más fotos y cien mil aplausos cuando descubrieron la tela de fondo con el péndulo –Nightwish saldría de un momento a otro. Y claro está: ¡¡luces e intro!!
Jukka el primero: bandana, camiseta negra; Tuomas con chaqueta blanca y sombrero de copa a juego (con lo que estaba guapísimo, evidentemente…); Emppu camisa negra con rayas grises y pantalón negro; Marco con camisa negra sin mangas y vaquero. Anette salió un poquito después con un vestido palabra de honor y corbata negros y un más que desafortunado sujetador rosita (ainsss).
Bye Bye Beautiful para empezar. Todo el mundo cantando y un ruido ensordecedor en el último verso del estribillo: manos alzadas, voces al cielo y Tuomas con una cara de satisfacción increíble (el pobrecillo tuvo problemas con un pendiente o con el audífono, porque no hacía más que tocarse la oreja y buscar algo en el suelo… ¡a saber!).
Dark Chest of Wonders siguió – Adiós al sombrero y tocaba un poco de headbanging. Anette no necesitaba casi cantar, el público le hacía los coros perfectamente. Tras esta canción vinieron dos sorpresas:
1 – Marco empezó a hablar. Se les notaba que se sentía a gusto, y que están echando el esto en el final del tour. Las ganas de volver a casa también se palpaban en el ambiente.
2 – Anunciaron una canción de Wishmaster y tocó
Come Cover Me – el público enloqueció. Emppu y Marco y no paraban quietos, y Anette se mostraba más calmada. Tuomas lanzó la primera botella de agua al público. El final de la canción me encantó: Anette no cantó “plano” como Tarja, sino alargando aquí y allí a su parecer de una manera preciosa.
De la locura se pasó a la decepción: Anette habló, agradeció haber conocido a la gente fuera y anunció
The Siren. Todos sabíamos que eso significaba quedarnos sin Ever Dream, pero aún así el público cantó. Aunque la interpretaron muy bien, personalmente no me llegó a llenar…
Pero todo se compensa al llegar Amaranth. Emppu empezó a lanzar púas aquí y allá; Anette iba y venía de un lado para otro danzando sin parar; y el público, pues… cantando hasta quedarnos sin voz.
Luces fuera. Murmullos en la sala. Yo ya anunciaba
The Islander. Se empezó a oír ruido de agua y de viento. Canción intima con los chicos muy tranquilos en sus sillas. El estribillo era repetido por toda la sala tras lo cual salió Anette con su corona de princesita. Hubo un pequeño cambio al final y el ‘So long ago’ de Marco fue sustituido por Anette. En cualquier caso, ¡magnífica canción!
Tras un nuevo arreglo del escenario Marco anuncia que vana contar ‘a store from the diary of Tuomas Holopainen’ - ¡¡
The Poet And The Pendulum! !Sorprendentemente la mitad de la audiencia no se sabe la letra… Hubo momento en los que canté completamente sola, jeje. En The Pacific cantó todo Anette y en Dark Passion Play parece que los chicos se animaron a corear a Marco. Tras el último ‘Save Me’, Tuomas se pasó el dedo por la garganta y toda la escena se volvió roja. Mother and Father sufrió modificaciones en su primera estrofa, modificaciones que no sé si fueron buenas o malas, pero que “menguaban” la falta de canto entre el público.
Tuomas se arremolinó sobre su teclado y Anette empezó a hablar. Dijo que le permitiésemos ponerse junto al master Tuomas para la siguiente canción. Dos notas y sí, sí, sí ¡¡
EVER DREAM!! Me volví loca, cámara en mano grabé dos trozos de la canción. Todo el público coreaba la mítica canción. De lo emocionada que estaba juraría que conseguí atraer la mirada de Tuomas, pero quizá fueron solo ilusiones mías. Un gran aplauso en el solo de Tuomas, quien no paraba de sonreír y hacer muecas graciosas.
Marco volvió a tomar la palabra. Descanso merecido para Emppu y Anette. La gente parecía no adivinar qué venía ahora. Servidora, que se entera de todo, dijo el título al mismo tiempo que Marco:
While Your Lips Are Still Red. Tuomas no pudo sino echarse a reír y Marco detrás (¡¡y tengo foto para demostrarlo!!).
Las arenas del desierto del
Sahara llegaron sin introducción y el auditorio se convirtió en una voz dando gritos al compás de los brincos de Anette. Tuomas sacó la lengua e hizo muecas, se le notaba muy feliz. Anette habló en mitad de la canción pidiéndonos que nos imaginásemos algo que luego íbamos a hacer: nos pidió que siguiéramos gritando como antes y así lo hicimos. Se quedaron en silencio antes del último estribillo y nosotros cantando. Tuomas se partía de risa. Al final Jukka buscaba la señal de Tuomas para acabar y cuando la canción terminó se levantó para saludar al público.
Anette volvió a tomar la palabra. Nos anunció que esta iba a ser la última canción. La sala lo negó así que ella nos preguntó si estábamos cantando y como contestamos que sí volvió a repetir que sería la última canción cruzando los dedos. Cayó otro clásico:
Nemo. Emppu se llevó su buena cantidad de aplausos en su solo y las púas seguían volando por todos lados. Al acabar salieron del escenario.
Pedíamos otra, en Spanish (mira que somos burros…). Un he-he-he fue recorriendo la sala, más y más deprisa, pero nada pasaba. Cuando lo repetimos por segunda vez, el grupo volvió a escena. Jukka empezó:
7 Days To The Wolves. El ‘Howl!’ fue el centro de atención y el último se llevó la palma. Emppu se acercó al público en dos ocasiones y en ambas dejó que una persona tocara su guitarra mientras el ponía los acordes –todos queríamos una foto de ese momento. Un poco de headbanging en la parte final procurando no atizar al de al lado ni al de detrás y se acabó.
Se anunciaba Wishmaster pero Anette se tomó un descanso antes de seguir. Nos dio las gracias por nuestro entusiasmo y nos pidió que le permitiésemos presentarnos a la gente en el escenario: el maestro (¡¡en español!!) Tuomas – el granc antante Marco – el durísimo Jukka (con el que chocó nudillos) – y el chiquitín Emppu – y ella misma, claro. El público nos deshacíamos en aplausos y muy bien merecidos. Finalmente tocaron
Dead To The World y como pasara con el ‘Howl!’, ‘Heaven Queen’ atrajo todas las voces. Tras esto hubo un gran aplauso: en general sabíams que quedaba una sola canción y se hacían apuestas. Hubiera apostado el cuello a que tocarían Wishmaster… Y lo habría perdido…
Porque Marco anunció
Wish I Had An Angel, pero no sin antes seguir la indicación de Anette de ver si estábamos cantando lo que ellos tocaban. Hasta tres veces gritó ‘Yeah!’ y todos le imitamos y cuando gritó ‘Yeah-ie-ie!? Lo hicimos también Dijo que a su abuelo esto le encantaba. Se les veía satisfechos. El estribillo de la canción hizo que toda la sala fuera una sola voz, todos dando la poca fuerza que nos quedase. Saludaron (era imposible conseguir una foto), tiraron púas, toallas y las baquetas… Cantábamos oé-oé y a Anette casi la tienen que sacar del escenario: se quedó allí sola dando las gracias y saludando.
Yo conseguí mi foto de Jack Sparrow al final y no dejaba de pensar en cómo colarme en el backstage mientras salía a la calle. De repente una melena rubia platino… ¡Coño, Ewo! Fui tras él y e pedí educadamente ver a alguno de los miembros de Nightwish (alegando mi papel de traductora
) ¡¡Me dijo que sí!! No cabía en mí de gozo (ya me veía de borrachera con ellos…). Pero Dios me pasó la factura: había prometido no pedir más si tocaban Ever Dream. Y es que Ewo estaba que mordía por culpa de los vendedores de falsificaciones: reventó una botella de vino sobre las camisetas y salió corriendo. Me había dicho que le siguiera pero el portero me paró… Hice de traductora para Jarmo ya que el vendedor les estaba llamando de todo. Insistí en lo que Ewo me había dicho: se lo dije a Jarmo y a uno de los miembros de Pain, pero no conseguí nada. Una hora después de acabara el concierto (que se alargó hasta las 11:3=) decidí retirarme porque estábamos como 20 personas esperando la salida de Nightwish y bajo la lluvia. Me quedé con la miel en los labios pero la sensación de éxtasis aún me dura. Y siempre podré recordarle a Ewo su trato conmigo, jeje
Un saludo.