El Partido Pirata ha obtenido el 7,1% de los votos en estos comicios, más de 200.000 votos, convirtiéndose en la quinta fuerza política del país, y multiplicando por siete los casi 35.000 votos que obtuvo en las elecciones generales de 2006, año en el que se fundó la formación. Su éxito ha sido especialmente importante entre los jóvenes, ya que casi el 20% de los menores de 30 años que fueron a votar eligió a PiratPartiet.

El ascenso de este partido coincide con la tramitación de leyes antidescargas en varios países como Francia o Reino Unido, pero se atribuye sobre todo a la condena el pasado mes de abril a los cuatro responsables de The Pirate Bay , una de las principales páginas de enlaces para intercambio de archivos, a los que la justicia sueca condenó a un año de cárcel y a pagar una indemnización de 30 millones de coronas (2,7 millones de euros) por violar la ley de propiedad intelectual.

Christian Engstrom, el principal candidato del partido, mostró su satisfacción por los resultados de los comicios: "Esto muestra que hay mucha gente que cree que la integridad personal es relevante y que importa que abordemos de manera correcta Internet y la nueva sociedad de la información. Tenemos mucha fuerzas entre aquellos con menos de 30 años. Ellos son los que entienden mejor el nuevo mundo. Y ellos ahora han indicado que no les gusta cómo los grandes partidos atienden estos asuntos", declaró Engstrom a Reuters.

Más que un símbolo

La representación del Partido Pirata puede ser algo mas que simbólica puesto que una de las principales asignaturas que tiene pendiente el Parlamento Europeo es la aprobación del llamado Paquete Telecom, una profunda reforma legislativa del sector de las telecomunicaciones e Internet. El rechazo de la Eurocámara el pasado mes de mayo a la norma consensuada por la Comisión Europea, ha motivado que los Gobiernos de los 27 deban pactar una nueva normativa. La eliminación de la intervención judicial que pretendían países como Francia para el control de la Red motivó precisamente la sublevación de la mayor parte del Parlamento y tumbó la reforma legislativa, que deberá estar lista en el plazo de ocho meses para una nueva votación.

En España, también ha habido un intento de emular a la formación sueca. Pero el Partido Pirata español no pudo presentarse a estas elecciones europeas ya que la la Junta Electoral Central estimó que no cumplía las condiciones mínimas para hacerlo puesto que no reunía el número de candidatos suficiente ni contaba con las firmas de electores requeridas.